Hay muchas personas que padecen hongos en los pies, es un estado muy común debido a que estos hongos son terriblemente contagiosos y pueden cogerse tanto por motivos propios (mala higiene, uso de calcetines o zapatos no adecuados, etc.) inclusive por usar un gimnasio compartido o ir a piscinas públicas. Los hongos son microorganismos que aparecen en zonas con humedad y que, en el pie, pueden producir mal olor, intensos picores, piel irritada, etcétera. Sin embargo existen remedios caseros para terminar con estas grietas, en este momento te presentaremos un remedio estrechamente útil para ello.
Cómo usar el agua oxigenada para los hongos
Ahora que ya conoces las propiedades, vamos a contarte cómo puedes expulsar los hongos de los pies con agua oxigenada para que, así, puedas iniciar con tu procedimiento desde hoy mismo y lograr optimizar la salud de tus pies de un modo muy efectivo.
Lo primero que tienes que saber es que necesitarás que el agua oxigenada sea al 3% pues, así, te aseguras que tenga peróxido de hidrógeno y, además, no nos provocará reacciones adversas en la piel.
Una vez tengas el producto correcto, deberás seguir estos pasos:
Mezcla 1 vaso de agua oxigenada con 1 vaso de vinagre de manzana (en este otro artículo te descubrimos cómo usar el vinagre para los hongos)
Mezcla bien ambos ingredientes para conseguir que estén perfectamente integrados
Coloca la mezcla en un cubo o barreño y mete los pies durante 30 minutos
Deberás repetir este tratamiento cada día y durante todo un mes; así, conseguirás eliminar de forma completa la infección de hongos de tu piel y volver a disfrutar de un cuerpo sano al 100%.
Si te es posible frota tus pies con una piedra pomez luego de que hayas realizado el tratamiento que te acabamos de mencionar, de esta manera los callos, grietas o durezas en los pies desaparecerán en menos tiempo.
¿Como usar la piedra pomez?
Previamente de utilizar la piedra pómez, es estrechamente importante que te asegures de que está espléndidamente limpia para impedir el peligro de infección con el uso. Para ello, limpia bien la piedra con agua tibia y un gel antibacteriano. Una vez, tengamos bien limpia la piedra pómez, y antes de empezar a usarla, debemos limpiar nuestros pies en profundidad. Lo correcto es que lo hagamos en un barreño o tina con un poco de agua tibia y aplicando un poco de jabón líquido, a ser viable ph neutro. Una vez limpias, dejaremos nuestros pies en remojo durante cerca de 10 minutos para suavizar la piel dura. Pero si ya realizaste el tratamiento con agua oxigenada y vinagre de manzana, ya no es necesario remojar de nuevo los pies.
A continuación, sin sacar los pies del agua, humedecemos la piedra pómez y la frotamos sobre los callos y las durezas en movimientos circulares y aplicando una ligera presión durante un minuto o dos. Una vez transcurrido este tiempo enjuaga el pie para expulsar las pequeñas escamas de piel y las partículas de la piedra pómez. Repite el proceso hasta que veas que la callosidad está prácticamente desgastada. Para antes de llegar a la capa de piel sana o podrías provocarte algúna incisión en la piel.
Al finalizar, lava bien tus pies de nuevo y aplica una crema o una loción hidratante. Al momento notarás tus pies mucho más suaves y lisos.
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