Si creías que las hierbas aromáticas no tienen ningún favor te equivocas. El perejil, de igual forma de tener propiedades medicinales, ¡también te favorece a bajar de peso! Y a las pruebas me remito. Te cuento por qué sí sirve el té de perejil para enflaquecer. Es diurético, purgante, elimina grasa, disminuye los gases, baja el nivel de colesterol malo y mantiene a raya los triglicéridos. ¡Impresionante! El perejil se puede consumir en jugo, puedes licuarlo con más vegetales o tomarlo durante el día en manera de té, este último es principalmente bueno.

Cómo hacer té de perejil para bajar de peso rápido
El té de perejil es un complemento ideal para tu dieta, gracias a su capacidad para eliminar toxinas. Aquí tienes la receta:

Necesitas:

250 ml de agua

1 ramita de perejil picado

El jugo de medio limón

Preparación:
Pon a hervir el agua con la ramita de perejil. Cuando esté, apaga y deja reposar la infusión por 10 minutos. Agrega el limón y sirve. Puedes agregar una cucharadita de miel si lo prefieres.

De la gastronomía a la medicina
Es muy común utilizar el perejil en tus guisos y platillos, pero también tiene muchas propiedades medicinales. Se ha utilizado desde hace mucho tiempo contra problemas urinarios y afecciones renales.

Estamos frente a un antioxidante que fortalece la salud del cabello, uñas y piel. También aporta vitamina C, calcio, hierro, fósforo y azufre por lo que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.

Una buena idea para bajar de peso y estar sano
Toma el té adelgazante todo el día como “agua de tiempo”. Puedes beberlo fresco o tibio. Recuerda que es diurético, así que tendrás que ir al baño más seguido. Consume agua simple para auxiliar a desintoxicar el organismo y no deshidratarte. Ojo, el perejil es sólo un complemento, para que realmente funcione debes acompañar el té con una dieta balanceada. Con dieta y té puedes reducir hasta cinco kilos en tres días. Haz entrenamiento para que el efecto perdure.

Contra-indicaciones
Esta infusión de perejil está específicamente contraindicada para los siguientes casos:

Durante el embarazo y la lactancia

En niños

Personas con problemas renales.

Pacientes con enfermedades cardiacas.

Quienes tienen afecciones neurológicas.