El sarro, igualmente llamado tártaro o cálculo dental, es el endurecimiento de la placa bacteriana debido al depósito de minerales. Por lo ordinario, esto ocasiona que los dientes tengan un semblante poco atrayente, con una tornasol amarillenta o marrón y, en el límite entre las encías y los dientes, los residuos pueden tener un color incluso más oscuro. Por ende, se percibe como una especie de ‘costra’ sobre dicha área.
¿Qué debes saber sobre el sarro?
Al toque, el sarro es arrugado y, más allá de ser una dificultad estética, puede llevar a la aparición de otros problemas de salud. El sarro, al interactuar con ciertos alimentos (como las golosinas, los refrescos de cola y las frituras) desprende un ácido que puede originar caries. Por otra parte, ciertos hábitos como el tabaquismo, el alcoholismo y el consumo descomunal de café pueden promover la aparición de sarro. También puede existir cierta propensión genética a la producción de sarro.
Remedios caseros para el sarro de los dientes
Además de mantener unos buenos hábitos de higiene dental, es importante visitar periódicamente al dentista para una limpieza profunda. Ahora bien, también se pueden aprovechar las bondades de ciertos remedios caseros para evitar el exceso de sarro en los dientes.
Bicarbonato de sodio
Muchas personas utilizan el bicarbonato de sodio combinado con limón o sal para fortificar su higiene dental y conservar el color de sus dientes claros, dadas las propiedades de dichos ingredientes. Se recomienda combinar además con un poco de agua ya que el sabor puede llegar a se un poco fuerte.
Ingredientes
1 cucharada de bicarbonato de sodio (10 g).
1 cucharadita de sal (5 g).
Agua (cantidad necesaria).
Preparación
En un recipiente mezcla el bicarbonato y la sal.
Moja el cepillo de dientes en agua tibia.
Introduce el cepillo de dientes en la mezcla de bicarbonato y sal para impregnarlo.
Cepilla como de costumbre, pero trata de centrarte en las zonas donde tiende a acumularse mayor cantidad de sarro.
Repite, al menos, 2 veces al día (mañana y noche) para obtener resultados.
Limón
Es otro de los blanqueadores dentales por excelencia, además, esta fruta cítrica tiene propiedades antibacterianas que vienen muy bien a la hora de combatir el sarro.
Después de utilizarlo, enjuaga bien para que, al día siguiente, al tener contacto con el sol, no se produzcan manchas en la piel alrededor de la boca.
El ácido del limón a su vez podría dañar o debilitar las piezas dentales; por lo tanto, deberás usar esta receta, como máximo, una vez a la semana
Ingredientes
El jugo de ½ limón.
½ taza de agua tibia (125 ml).
Preparación
Llena media taza con agua tibia. Añádele el jugo de limón.
Coloca el agua y el jugo en un vaso o taza y remueve.
Haz buches por toda la boca antes de irte a la cama.
Enjuaga con un poco de agua tibia para que no te quede el sabor ácido.
Agua oxigenada
Esta sustancia, tan común en los hogares, también sirve para aclarar los dientes y eliminar el sarro. Puedes usar este remedio casero hasta tres veces a la semana, siempre como enjuague, después del cepillado rutinario.
Ingredientes
¼ taza de agua tibia (62 ml).
2 cucharadas de agua oxigenada (20 ml).
Preparación
Coloca agua tibia en un vaso y agrega el agua oxigenada. Remueve para mezclar.
Toma un poco de agua y haz buches durante, por lo menos, 1 minuto.
Escupe la mezcla y repite durante otro minuto.
Enjuágate con agua fresca.
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